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Rafael Alberto Guiñazú

Rafael Alberto Guiñazú Subjefe Base Naval Mar del Plata 1977.

Jefe Agrupación Buzos Tácticos, 1975, 1976, 1978

Director de la Escuela Nacional de Pesca

Docente de la Facultad de Derecho de la UNMdP

Condecorado por sus 50 años en la Armada Argentina, 10/06

Acusado de 430 delitos de lesa humanidad

Goza de arresto domiciliario

ACUSADO DE 430 DELITOS, DISFRUTA LA COMODIDAD DE SU CASA EN PLAYA GRANDE.

Dueño del terror en la Base Naval

La Base Naval de Mar del Plata fue un centro clandestino de torturas y detenciones en la última dictadura cívico militar, e incluso en épocas democráticas, a partir de julio de 1975. El subjefe del lugar en 1977 fue el capitán de fragata Rafael Alberto Guiñazú. Está acusado de cometer 430 delitos de lesa humanidad, pero la justicia dio otra muestra de lentitud y omisión y le dictó prisión domiciliaria por sólo cinco de ellos, un año después de presentados los hechos.

En julio de 2006, a casi 30 años de cometidas las atrocidades que incluyen torturas, muerte, violaciones y robo de bienes y de bebés, Guiñazú fue arrestado. Pero lejos de ser encerrado en una celda, debe cumplir esa condena en su lujosa vivienda de Playa Grande, situada en Garay al 200.

Y la democracia de estos años que transcurrieron no sólo estuvo signada por hombres de la política que buscaron maquillar el terrorismo que se impulsó desde el Estado (Alfonsín adhiriendo a la Teoría de los dos demonios; Menem dictando las leyes del olvido –Punto Final, Obediencia debida e indultos-), sino que también reconoció a los dictadores de la década del 70.

Guiñazú tuvo a su cargo una cátedra en la Universidad Nacional de Mar del Plata en la década del 90, y fue director de la Escuela Nacional de Pesca local. Cuando habían pasado sólo dos meses de presentada la causa contra la Marina donde también fueron imputados 40 genocidas de los cuales sólo 6 están arrestados en sus propias casas (Guiñazú, Justo Alberto Ortiz, Juan Carlos Malugani, Roberto Luis Pertusio, Juan José Lombardo y Mario José Forbice), autoridades de la Base Naval condecoraron a Guiñazú por sus 50 años sirviendo a las fuerzas…

El capitán de fragata carga además con la responsabilidad sobre los crímenes de lesa humanidad que le corresponden por su desempeño al frente de la Agrupación de Buzos Tácticos en 1975, 1976 y 1978.

Relata la presentación judicial, que su funcion dentro de la Base Naval, era alojar y custodiar las personas que pasaban por el campo de concentración, y aquellas que iban rotando por las distintas dependencias del lugar, lo que acredita el acabado conocimiento que Guiñazú tenía de todos los detenidos ilegales que pasaban por el centro clandestino.

En el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), donde se expone cada uno los centros clandestinos de detención que funcionaron en el país, aclara sobre la Base Naval: “Las personas secuestradas eran alojadas en su mayoría en el edificio de la Agrupación de Buzos Tácticos”.

AL FRENTE DE LA “PATOTA”

En los distintos centros clandestinos actuaban los “grupos de tarea” o “patotas” que se encargaban, en primer término, del secuestro y traslado de los ilegalmente detenidos. El rol de los integrantes de las “patotas”, según especifica la causa judicial, muchas veces se completaba con los interrogatorios y torturas que se realizaban en los centros clandestinos de detención.

En la Base Naval, el “grupo de tarea” era llevado a cabo por Buzos Tácticos, por lo cual su máximo jefe no pudo desconocer nunca los secuestros clandestinos ni tampoco el circuito represivo de la Marina existente entre Prefectura Naval, Escuela de Suboficiales de Infantería de la Marina (ESIM) y la Base Naval. Además, estaban en conexión con otros centros clandestinos que funcionaban en la ciudad y localidades cercanas como Bahía Blanca y La Plata, pertenecientes a otras fuerzas (Policía Bonaerense, Federal, Ejército y Aeronáutica).

Así lo expresan distintos testimonios de sobrevivientes. Jorge Luis Celentano fue secuestrado en la Junta Nacional de Granos, de la cual era gremialista, el 3 de mayo de 1976, en horas de la mañana, por personal uniformado con traje de fajina, sin orden judicial que los habilite.

Mediante el uso de la fuerza física, introdujeron a Celentano en un Ford Falcon en el cual fue llevado hasta la Prefectura Nacional. Con golpes y amenazas, fue interrogado, y luego llevado a la Base Naval, siempre en el mismo marco de ilicitud. “Previamente se lo encapuchó –relata la causa- y se lo ató con sogas, siendo alojado en uno de los calabozos perteneciente a la Agrupación de Buzos Tácticos, que era una dependencia perteneciente al centro clandestino”.

Otro es el caso sufrido por Carlos Alberto Pellegrini. El 5 de agosto de 1976 una “patota” -“integrada entre otros por el Buzo Táctico Willig”- irrumpió en su domicilio. Él estaba ausente y fue secuestrada Susana Martinelli. El padre de Alberto Pellegrini le sugirió presentarse ante la Armada –después de que sea allanado su domicilio- para esclarecer los hechos.

Ese día, a las 20, Pellegrini se presentó en la Base Naval. Al retirarse su padre, fue encapuchado e introducido en un Renault 12 amarillo. Pellegrini permaneció unos días en cautiverio dentro del centro clandestino y sufrió maltratos psíquicos y físicos. Luego, fue trasladado a la ESIM, para ser trasladado días después, de vuelta a la Base Naval.

COORDINADOR DE LA REPRESIÓN

La causa, Nº4.447 caratulada “Malugani Carlos, homicidio”, deja constancia de que Rafael Alberto Guiñazú fue “uno de los máximos responsables de coordinar las tareas de represión, la disposición de las detenciones y los demás apremios cometidos a las víctimas”.

En primer lugar, está acusado del delito de asociación ilícita agravada, cometido desde el momento de la designación en su cargo y hasta el restablecimiento de la democracia “por el sólo hecho de formar parte de la organización criminal aludida con el rol funcional” que ocupaba.

Además carga con la imputación de 66 delitos de abuso de autoridad, 66 omisiones de deberes, 66 privaciones ilegítimas de la libertad, 66 torturas psicológicas, 66 torturas físicas reiteradas, 66 coacciones agravadas, 5 torturas físicas seguidas de muerte, 19 desapariciones forzadas, 3 violaciones forzadas, 3 sustracciones de hijos menores y 3 supresiones de identidad de esos niños. En total, son 430 los delitos que se le imputan.

Cuestiones de familia

El hijo del represor Rafael Alberto Guiñazú, Juan, es el actual secretario de Gobierno de la gestión del nuevo intendente de la ciudad de Mar del Plata, Gustavo Pulti. Mientras tanto, los 30 mil desaparecidos siguen esperando que la Justicia algún día sea justa, y que los genocidas, los Guiñazú, los Barda, los Malugani, estén en una cárcel común, para que dejen de morir de viejos en la comodidad de sus casas y con la impunidad a cuestas.

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