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JURY A HOOFT


Testimonios de 210 testigos y más del doble de carillas son prueba fehaciente de 148 crímenes de lesa humanidad. El secuestro, la tortura, la desaparición eran imágenes corrientes en épocas donde la vida y la muerte se resolvía muchas veces detrás de un escritorio del poder judicial. A 30 años de la instauración del horror cotidiano, cuando septiembre llegaba a su fin, organismos de Derechos Humanos de Mar del Plata viajaron a La Plata con 15 cajas repletas de documentos. El punto de llegada era la Casa de la Memoria de la Provincia: allí se hizo pública la solicitud del jury de enjuiciamiento contra el juez Pedro Federico Cornelio Hooft.

La documentación da cuenta del accionar de Hooft durante la dictadura, pero además de su actividad una vez que el poderío militar se replegó del mando. Algunos resabios permanecieron y permanecen ocultos en distintos sectores de la sociedad actual. Tras el retorno de la democracia, Hooft se dedicó a evitar que se sumaran pruebas en su contra .

Sin embargo pacientemente se recolectaron las pruebas ahora deben ser analizadas por la Comisión del Juicio Político de la Corte bonaerense. A partir de las denuncias presentadas se deberá poner en funcionamiento el Jury de Enjuiciamiento de Magistrados: se trata de un mecanismo por el cual se deberá abrir un proceso en el cual Hooft tiene la posibilidad de defenderse y contestar las acusaciones en su contra. Si la instancia del debate concluye, entonces el Jury tendrá que decidir si lo expuesto alcanza para destituir al magistrado. En caso de llegar a la destitución, entonces el juicio penal seguiría adelante y se establecerían sus responsabilidades por su accionar en la dictadura.

Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS, Familiares de Detenidos - Desaparecidos y APDH. Todos se congregaron en el edificio donde solía funcionar la Dirección de Inteligencia de la Policía bonaerense, y hoy es un espacio donde la Memoria ganó terreno.

Como mencionamos en el numero anterior Hooft está vinculado con la denominada Noche de las Corbatas: uno de los operativos coordinados por distintas fuerzas de seguridad. Entre el 6 y el 13 de julio de 1977, un grupo de once abogados marplatenses que luchaban por los derechos de personas detenidas ilegalmente fueron secuestrados . Siete fueron muertos o desaparecidos. Por entonces Hooft había asumido como juez cuando recibió los pedidos de hábeas corpus, a favor de los abogados, el único que no rechazó fue el primero.

Las pruebas no sólo deparan en los daños del pasado, porque el dolor se arrastra a través de los años. Y no se olvida, aunque duela la memoria. Se cuestiona también su idoneidad moral para ejercer su función. No sólo se presentó documentación que confirma la participación activa de Hooft en La Noche de las Corbatas sino que está probada su falta de ética. El abogado César Sivo, representante de los organismos de Derechos Humanos apuntó: “el juicio ético corresponde dentro de este tipo de enjuiciamiento porque creemos que la idoneidad moral es un requisito fundamental para poder llevar adelante la administración de justicia”.

Los recuerdos suelen atormentar, pero están latentes. Las pruebas están acomodadas en cajas, pero no archivadas. La destitución del juez Pedro Federico Hooft y su consiguiente enfrentamiento a una causa penal como un ciudadano común, son las metas más inmediatas.

Además, la presentación del pedido de enjuiciamiento político se dio en el marco de la desaparición del albañil Jorge Julio López, por eso el Jefe de gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Luis Alem, quien acompañó el pedido de Jury, mencionó: “esto es demostrar a quienes quieren intimidar que no les tenemos miedo y que vamos a seguir adelante para terminar definitivamente con la impunidad”.

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